Un miembro de nuestra comunidad AIlink creó un panel de control automatizado para una agencia de marketing.
Les ahorraba horas cada semana generando informes para clientes. Un sistema brillante.
¿Su precio? Solo 500 €.
Esto me lleva al error que frena a tantos profesionales:
"No tengo la reputación o la experiencia para pedir más".
Piénsalo de esta forma: si un fontanero arregla una fuga que te iba a inundar la casa en 10 minutos, no le pagas por esos 10 minutos. Le pagas por haberte salvado del desastre.
El principio es claro: No cobres por tu tiempo, cobra por el valor que creas.
El valor real de ese panel de control
Hagamos números sobre lo que ese sistema de 500 € realmente le aporta a la agencia:
Ahorro directo: La agencia gastaba 1.000 €/mes en la creación manual de esos informes.
Nuevos ingresos: Con el tiempo liberado, el equipo generó 1.500 €/mes en nuevas oportunidades para sus clientes.
Valor total mensual: 2.500 €.
Este profesional creó un sistema que genera 2.500 € cada mes y lo vendió por un pago único de 500 €.
Un precio justo habría sido, como mínimo, 3.000 € por el proyecto. Una inversión que el cliente recuperaría en poco más de un mes.
El cambio de mentalidad es todo
Mentalidad de costes: "Tardé 25 horas, así que cobro 500 €".
Mentalidad de valor: "Esto le genera al cliente 2.500 € al mes, así que 3.000 € es una inversión inteligente y rentable para él".
Mismo profesional. Mismas habilidades. Un precio 6 veces mayor y mucho más justo.
Un saludo,
Agustín Medina,
P.D.: La próxima vez que fijes un precio, no pienses en tus horas. Piensa en el tamaño del problema que estás solucionando. Ahí está el verdadero valor.
Si quieres aprender el método exacto para calcular y presentar precios basados en valor a tus clientes (además de recibir feedback personalizado), eso es precisamente lo que vemos dentro de nuestra comunidad en Skool.
